Se reduce la acidez, la regurgitación y el dolor torácico relacionados con el reflujo.
En la mayoría de los casos, los pacientes pueden suspender los medicamentos tras la cirugía.
Se inicia con líquidos y se avanza a sólidos blandos en los días siguientes, bajo supervisión médica.
Es poco común. Con una técnica adecuada y seguimiento, la probabilidad de recurrencia es muy baja.